DAR

Dar es una parte fundamental del caminar cristiano. Creemos que Dios nos ha dado todo lo que tenemos y que somos responsables de manejar esos dones sabiamente y no ceder a la mentira de que lo que tenemos “nos pertenece”. De hecho, Dios no nos pide que demos según lo fácil o cómodo, sino según cómo nos guía por fe. ¡Lo que Dios puede hacer en y a través de nuestra ofrenda es una experiencia que cambia la vida!

Dios quiere nuestra confianza y esto puede ser especialmente difícil cuando se trata de dinero y posesiones. En cambio, tendemos a aferrarnos con fuerza a nuestro dinero, lo que nos muestra dónde reside realmente nuestra fe: en nosotros mismos y no en Dios. Aprender a dar nos libera de la codicia y la autosuficiencia, dándonos la oportunidad de experimentar la fidelidad de Dios de una manera muy real.

“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa. Pruébame en esto ”, dice el Señor Todopoderoso,“ y ve si no abro las compuertas del cielo y derramo tanta bendición que no haya espacio suficiente para almacenarla ”. Malaquías 3:10

Simplemente, un "diezmo" significa una décima parte. Dar una décima parte de sus ingresos a la iglesia antes de hacer cualquier otra cosa, a lo que la Biblia se refiere como "primicias", es una forma importante de ejercer su confianza en la provisión de Dios. Incluso si no puede dar el 10% o más de inmediato, le animamos a que dé un paso para confiar en Dios estableciendo otro porcentaje (del 1 al 9%) que da cada mes. Intentamos que este proceso sea lo más conveniente posible para que pueda donar los domingos durante el servicio, en línea o configurar una transferencia bancaria con la frecuencia que desee. Su diezmo se destina a apoyar las operaciones de la iglesia y las misiones cercanas y lejanas.